Muchas veces me quedo hipnotizada mirando el mar, es increíble la armonía que pueden transmitir las olas, cómo se crean en movimientos circulares que agitan el agua, el agua rompe y llega a la orilla y dejando atrás esta ola, vuelve al mar para crear otra nueva con la misma energía. Y me pregunto, ¿Podría tener la economía un modelo de producción y consumo parecido?
El fast fashion esta haciendo de la moda un negocio insostenible, el consumo acelerado de una de las industrias más contaminantes de nuestro planeta ha llevado a las empresas a cuestionarse a ellas mismas, es necesario cambiar, es necesario ser sostenible, la sostenibilidad cada vez gana más fuerza como estrategia de negocio, hay que crear conciencia y frenar el impacto de esta industria, aparecen así alternativas sostenibles, ¿Son económicamente rentables?
Aparece el Slow Fashion, una filosofía de consumo responsable, un movimiento de moda sostenible, los consumidores cada vez se preocupan más por la procedencia de sus prendas, buscan un fondo de armario más perecedero y de mejor calidad, si estas prendas además están fabricada con un material ecológico le sumamos valor añadido, surgen así marcas con mucha personalidad y diseños originales, aparece así Rest in Paradise, prendas que transmiten conexión entre el cuerpo y el alma apoyando un comercio justo y sostenible.
Hablamos aquí de ese elemento conector con la energía del océano, que intentamos que sea lo más respetuoso posible con el medio ambiente, la economía circular. La economía circular optimiza la utilización de los flujos de materia y energía, se intenta reducir la entrada de materia y disminuir la creación de residuos, cerrando así los flujos económicos y ecológicos de los recursos. Bien sabemos que la economía es la ciencia social que estudia la forma de administrar los recursos disponibles para satisfacer las necesidades humanas, y estos son limitados.
Vamos a ejemplificar la economía circular, alejándonos de la industria textil, pero dentro del mundo del diseño, en el mundo del surf, en ocasiones los surfistas dañan o rompen sus tablas, cuando estas ya no tienen una vida útil dentro del mar, la pueden tener fuera, ¿de qué forma? Como una lámpara, por ejemplo, estamos cogiendo como materia prima de nuestro producto, algo que ya no tendría uso, lo rediseñamos y reelaboramos de forma que pueda consumirse de otra manera y así alargar su vida consumiendo así un producto con personalidad propia que además cuida nuestro entorno.
La naturaleza tiene sus ciclos para crear y transformar todo en armonía con el medio ambiente, guiémonos de ella para tomar ejemplo en la economía,
y que nos sigan inspirando las olas.
